El día se acaba y la noche llega.
Son los viajeros de alma desierta.
Sin poblado alguno, descansan
En la hacienda.
Donde Tomas abre la `puerta.
Lloviendo y tronando,
Los viajeros van cantando.
Disfrutando Y gozando;
Con las hijas de Don Harnando.
Vaqueros con armas
Los van desmontando.
Llevando y saqueando
A las nietas de Don Leandro
Viajeros preocupados
Intentan huir,
Pero sin caballo; No tienen a dónde ir.
Los intenta persuadir
Los chicos firmes les dicen
A todo que sí.
¡Don Harnan! Angustiado
Sale a la calle a buscar a sus hijas.
Fray su amigo lo quiere ayudar
Buscando la escopeta para disparar.
Viajeros tontos no despertaran
Pues las campesinas los han de hipnotizar.
Carson Leal los quiere ayudar;
Pues son los bobos de la ciudad.
Viajeros contentos al ordeñar
Al toro cuernudo de aquel lugar.
Un patadon es lo que recibirán
Que los mandara directo al hospital...